11 ene 2011

Touch and run!

Digo ¿no?: ¿Qué es esta nueva generación en donde el intercambio salival entre dos totalmente extraños se vuelve común? No digo que no haya pecado de eso. Es más, en mi experiencia personal, se ha dado una gran noche de borrachera (causada por un no totalmente extraño) con tres chicos, por separado, claro. Tampoco estoy orgullosa del asunto. Pero la juventud de ahora lo toma como algo súper común.
-Sí boluda, me comí en total 50 flacos en 3 años.
-Naaa, yo para tanto no, voy 42 nada más, ¿y vos?
-Y, yo me comí 9, de los cuales 2 estaba muy enamorada y 2 me encantaban.
-Nooo, ¿en serio?
-Perá, yo no besé a nadie en toda mi vida-.
-¿QUE?
-Pero tenés 18, ¿cómo puede ser?
-No sé, no se dio. O se dio, pero yo no quise.
-Pero no puede ser…
¿Ven? Parece una crisis no haber entrado en tal moda, mientras pareces estar totalmente “in” si llevás un número de dos cifras en relación personas a quienes hayas besado.
¡Qué osadía!
Pero lo que más me llama la atención del asunto es la poca preocupación. Pero si me pongo a pensar, a maquinar mi cerebro un poquito más allá de lo normal…
-¿Pero a vos te parece normal que a tus 16 vayas 25 flacos?
-Sí, obvio, contando la cantidad de salidas que tuve, ese número es muy bajo.
-Y… ¿te gustaban posta los 25?
-No.
-¿Entonces, por qué besarlos?
-No sé, porque daba en el momento, por una apuesta, por una joda entre amigos, porque estaba muy en pedo, quizá me gustaba posta alguno, que sé yo…
OK. Si partimos de ese punto, sí, los besos son gratis. Pero… ¿ya no significan nada? ¿Ya no se los considera, quizá no una muestra de amor, pero mínimo una muestra de afecto hacia otra persona? ¿Vamos besando gente “porque sí” por la calle, por la vida?

Por lo visto, el nuevo sistema de los besos está utilizado simplemente para dos cosas: bajar un poco la calentura hormonal, y para dejar a las mentes inquietas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario