11 ene 2011

Desierto sobre miedos

¿Está mal sentir miedo? Yo a veces tengo miedo, pero no se de que, ni por qué. Antes cuando a mi me agarraba miedo le daba la mano a mi papa, o el me la daba a mi. Y se me pasaba, la mayoría de las veces. Pero otras veces, ni con eso se me iba el miedo. Mi papá siempre me decía: valiente no es el que no tiene miedo, sino el que tiene miedo pero lo enfrenta. Cuando yo tenía mucho miedo imaginaba que era un caballero con un gran escudo.
¿Para qué un escudo? Y, pienso que es un arma defensiva de otras armas que son más ofensivas. Tal vez este escudo tenga un sentido mas metafórico, tal vez este escudo nos protege de algo. A veces por miedo nos calzamos un escudo, una coraza, algo con que defendernos cuando nos sentimos amenazados. Y a veces somos el escudo de otro, somos cómplices de alguien equivocado… lo escudamos. Y a veces nos escudamos tanto que terminamos presos de nuestra propia coraza, solos detrás de nuestro propio escudo. Y a veces estamos desarmados, sin corazas ni escudos, y nos sentimos muy vulnerables. Y otras veces necesitamos sacarnos esos escudos con los que nos protegemos… desarmarnos, tirarnos al agua…sin salvavidas.
En definitiva con o sin escudo, lo importante es lo que decía mi papa, Ser valiente no significa no tener miedo. Ser valiente significa avanzar a pesar de tener miedo.
El cobarde es el que no da ni un paso sin tener todo asegurado.
Ser valiente no es ser desconfiado y precavido, sino confiar aun a riesgo de sus miedos
El cobarde es el que no da ni un paso sin garantías de que no corre riesgos. El valiente sabe que nunca hay garantías de nada. El cobarde solo apuesta cuando sabe que va a ganar. El valiente es el que apuesta aun sabiendo que puede perder,
El amor es una fuerza poderosa, te transforma, te libera y te abre puertas. El amor es una llave, nos da el valor de dejar de esperar que no haya miedos, porque miedo, temor, siempre habrá…
Pero yo siento hoy que el miedo es tan grande que me paraliza, me cierra el pecho y no puedo respirar. Pero lo peor es cuando no sé a qué le tengo miedo. Hay otros miedos que uno no sabe ni de donde vienen, ni miedo a qué. Y cuando tenes miedo y no sabes de que, es peor, porque no sabes que hacer. Es como el monstruo de abajo de la cama, te acordas? Eso es lo que me pasa, siento miedo, como cuando era chiquito y creía que había un monstruo debajo de la cama. Es eso, y contra eso, no puedo reaccionar.
Tal vez como todo en la vida, sea cuestión de no pensar, no tener miedo y elegir. El mundo esta lleno de posibilidades, y no por una elección hay que perder las demás, pero si elegimos todo no elegimos nada. Algunos no eligen por miedo a perder algo; otros por miedo a perder todo y terminan sin elegir nada.

Y ahora yo quiero saber… ¿a que le tenes miedo? ¿Cómo enfrentas tus miedos? ¿Ya enfrentaste alguno o estas tratando de enfrentarlos? ¿Te interesa enfrentarlos? Porque? ¿Sentiste alguna vez tanto miedo, que te sentiste paralizado? ¿Sabes de donde provienen esos miedos? ¿Compartís tus miedos con alguien o te los guardas para vos mismo? Si los compartís… ¿Cómo te hace sentir saber que otros también tienen miedo? Y si te los guardas… ¿Por qué lo haces? ¿Crees que es la mejor elección? ¿Dónde te parece que viven tus miedos?
Habremos escuchado mas de una vez: esto no es para mi, me resulta difícil, me cuesta decidirme, esto es mucho para mi, no voy a poder, me van a decir que no, no me van a dar las fuerzas, no me atrevo, no entiendo, lo dejo para después, no voy a lograrlo, estoy cansado, las circunstancias no me lo permiten, no tengo tiempo, mejor lo pienso un poco mas, no puedo comprometerme…
Esos son los disfraces que nos dificultan, a la hora de reconocer un miedo….
¿alguna vez te pusiste a pensar en eso?
El miedo es una emoción que nos asalta y nos avisa de un peligro inminente. Como cualquier emoción, nos predispone de alguna manera para la acción. El miedo es de las emociones que nos frenan.
Existen circunstancias en las que el miedo funciona paralizándonos para protegernos de algo real que existe afuera y nos amenaza. Pero ¿Qué hay de esos momentos en que no hay nada afuera real amenazándonos y solo es nuestra ilusión?
Aprendimos a tener miedo cuando éramos niños. Nos enseñaron a tenerle miedo a las cosas nuevas o a aquello para lo que no teníamos explicación. En ese momento éramos muy pequeños para diferenciar entre lo peligroso y lo excitante.
Aprendimos el comportamiento y hoy lo seguimos empleando. Las circunstancias afuera cambiaron, nosotros tenemos muchos mas recursos que entonces, sin embargo el comportamiento está aprendido y funciona en automático.
El miedo es algo que necesita ser atravesado para crecer. Y una de las formas para empezar a atravesarlo, es compartirlo…
Levanta tu cabeza y mira a tu alrededor…
Mira cuanta gente hay esperando a escuchar tus miedos, y cuanta hay que quiere que escuches los suyos…
No tengas miedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario